¿España nos roba?
Francisco Martín-Recuerda García
Decano de Honor del Colegio de Economistas de Granada.
(Publicado en el Ideal de Granada el día 12 de abril del 2018)
Ante la deriva independentista, seguida con preocupación desde las páginas de IDEAL, ha venido a mi memoria aquel lema lanzado por el independentismo catalán de «España nos roba».
Como ustedes bien conocen, la crisis económica que padeció nuestro país arrastró un movimiento maniqueo de búsqueda de culpables, que en Cataluña cuajó en la afirmación de «España nos roba», lanzada con mala intención y peores hechos por el frente secesionista catalán.
La gestión del gobierno catalán había sido desastrosa y el partido que gestionaba la autonomía, Convergencia y Unión, estaba manchado por la corrupción de 3%. Se hacía preciso, para la burguesía independentista, la búsqueda de un chivo expiatorio.
Convergencia y Unión, más inteligente, convence a Esquerra Republicana de Cataluña que ha llegado la hora de la independencia, aprovechando el indudable malestar que la crisis económica había causado en las clases más desfavorecidas. De esta forma el nacionalismo alcanzó en los últimos comicios al Parlamento catalán una representación mayoritaria, favorecida por la ley electoral española.
Esta unión electoral entre la derecha y la izquierda nacionalista tiene consecuencias nefastas para la convivencia de la Cataluña plural. El gobierno de Arturo Mas, sustituido por Carlos Puigdemont se lanza en caída libre por la senda del independentismo y la sociedad catalana se fractura en dos mitades, una de las cuales no acepta más diálogo que el que lleva a la ruptura de Estado español y la independencia de Cataluña.
¿Había un plan nacionalista para llegar a esta situación? ¿Se transformó el nacionalismo catalán en independentismo por los agravios del Gobierno español? ¿El nacionalismo español fue el detonante de esta situación? ¿De verdad España robaba a Cataluña?
Analizamos la primera pregunta que entra de lleno en si lo que pasa ahora estaba planificado o fue consecuencia de la actuación del Gobierno de España o de la actuación de los partidos constitucionalistas.
En mi opinión, hubo un plan que no supieron ver los distintos gobiernos de España, que pactaron sin sonrojo con el gobierno de la Generalidad presidido por Convergencia y Unión. Unos les regalaron fa educación, craso error, otros la policía autonómica y todos invirtieron cuantiosas cantidades en las infraestructuras catalanas en perjuicio claro de otras regiones de España, El gobierno catalán aprovechó, espúreamente, las competencias delegadas, especialmente la de educación, para transformar las mentes de varias generaciones de jóvenes catalanes en el desafecto a España, con la clara intención de facilitar la independencia de Cataluña.
La segunda pregunta está centrada en el agravio a Cataluña del Gobierno Español, que luego deriva en agravio del Estado español al intervenir el Rey en defensa de la unidad de España. Una ingenuidad del Gobierno presidido por el PSOE en la reforma del Estatuto catalán, indicando que aceptaría cualquier Estatuto aprobado por su Parlamento, el recurso ante el Tribunal Constitucional interpuesto por el Partido Popular y aceptado parcialmente por la alta autoridad jurisdiccional, facilita la mecha para incendiar la pólvora del independentismo.
La historia nos ha enseñado que los pretextos de los agresores sólo sirven para justificar la guerra, pero no para impedirla. Los independentistas catalanes querían la guerra que inflamaría a la sociedad catalana y le haría pedir la independencia de manera violenta. Y, pensaban que el Estado español, presidido por un gobierno débil y cercado por una oposición desnortada, acabaría claudicando.
El nacionalismo provocó la situación en la que nos encontramos, y así respondo a la tercera pregunta, todas la actuaciones de los gobiernos catalanes han ido en ese sentido: la imposición del idioma catalán en detrimento del español (castellano); la politización de los mozos de escuadra que iban a ser el futuro ejército catalán, el secuestro de la universidad y de las instituciones catalanas imponiendo el idioma como arma de guerra y así un largo etc.
El colofón de la actuación de los independentistas está en la frase «España nos roba» aprovechando el indudable efecto de la reciente crisis económica que padecía España, esta frase inflamó a las masas catalanas con la promesa añadida de que la independencia acabaría con sus padecimientos.
Concluyo dándole la vuelta a la frase España nos roba diciendo que el independentismo nos roba a los españoles de todas la regiones de España incluida Cataluña.
Nos roba la recuperación económica y la rápida salida de la crisis, nos roba a los catalanes que no quieren dejar de ser españoles y que son perseguidos por esta causa. Nos roba el respeto que había adquirido España en Europa y en el mundo y que fue duramente ganado en una modélica transición.
Es la hora de la unidad de todos los españoles y, sobretodo, de los políticos españoles, para salir de esta crisis política que nos preocupa, nos duele en lo que nos ofende y nos atenaza en el legítimo derecho de vivir en paz y en armonía.